“Somos el primer país de América Latina que retoma la presencialidad y lo estamos haciendo con muchísima responsabilidad, profesionalismo, compromiso y orgullo”, dijo a la prensa Robert Silva, titular de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) de Uruguay, sobre fines de junio. Ese día Uruguay daba por iniciada la cuarta y última fase del retorno a las aulas a nivel primario, secundario y terciario en todo el país.
Un mes después, no se han registrado contagios en los centros educativos y, según Unesco, el país sigue siendo el único de la región en volver a las clases presenciales desde que el coronavirus obligó a suspenderlas.
Entonces, ¿qué pueden aprender los otros países de América Latina de la estrategia de Uruguay al momento de reabrir las escuelas? Aplanar la curva de la pandemia, esa frase tan escuchada en lo que va de 2020, es condición sine qua non para avanzar en el regreso a aulas.
Desde que el nuevo coronavirus llegó a ese país, el 13 de marzo, hasta el 28 de julio se han registrado 1.218 casos positivos de covid-19 y 35 muertos, según datos del gobierno.
A la misma fecha, la tasa de mortalidad es de 1, una de las más bajas de la región. Para tener una referencia, en sus países vecinos, Argentina y Brasil, dicha tasa es de 6,9 y 41,8 respectivamente.
“A diferencia del resto de los países de la región, Uruguay tiene un buen desarrollo y uso de plataformas de aprendizajes”, explica a BBC Mundo Marcelo Pérez Alfaro, especialista líder en educación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
“El proceso de transformación digital de la educación tuvo un impulso temprano con el Plan Ceibal (2007), que proveyó universalmente dispositivos, plataformas de contenidos y sistemas de gestión de aprendizajes, además de capacitar a docentes en su uso y de promover nuevas prácticas pedagógicas”, remarcó.
Por eso, el país enfrentó el cierre de los centros educativos por la pandemia “en mejores condiciones de partida que cualquier otro país de la región”, dice Pérez Alfaro.
Unicef concuerda con el análisis e incluso asegura que el regreso temprano a las aulas uruguayas se basa en este periodo de virtualidad, puesto que permitió “sostener el componente educativo y el vínculo de los estudiantes con los docentes y la comunidad educativa”.
Fuente BBC Mundo.