“Éstos son los emergentes de lo que no se hace y de lo que se hizo mal; sobre todo, desde 2014 en adelante”. El experto resumió así la circunstancia actual, acentuada por los últimos hechos, donde la violencia campea en Rosario y en la provincia.
El atentado a la sede administrativa de Rosario Central, la vandalización del busto de Isaac newell ubicado en el parque Independencia y el robo de la computadora personal de Andrés Rolandelli, funcionario de segunda jerarquía del Ministerio de Seguridad provincial han conformado un marco poco menos que incediario, en lo que respecta a la presencia de la violencia en Rosario.
El criminólogo Enrique Font presume,a cerca del último de los hechos mencionados, que “el funcionario sabe qué tiene en esa computadora y a partir de ahí se podrá deducir si el robo se hizo apuntando a ese material o no”. Y definió: “Éstos son los emergentes de lo que no se hace y de lo que se hizo mal; sobre todo, desde 2014 en adelante. Esto conlleva una crisis de representación política y lo capitaliza siempre la derecha”.
“Me preocupa también”, agregó, “una Legislatura que con toda la oposición más una parte del oficialismo se cargó a un ministro, tiene cajoneados proyectos básicos de ley para reformar a la policiía y no lee los resultados electorales, Y si no se actúa, sucede que la derecha hace negocio, que las políticas de seguridad se dirigen más a resolver políticamente la coyuntura y se agrava el problema”.
Sobre el proyecto del estado provincial para enviar a prisión a quien se encuentre circulando con una arma que no pueda documentar, Font destacó:”Trabajar sobre la circulación de armas es clave, pero es muy riesgoso hacerlo en una provincia que tiene una policía que no regula el delito pero que participa en el mismo”.
Font encabezó un proyecto que involucraba trabajar con chicas y chicos jóvenes en los asentamientos rosarinos, dándoles un oficio, entre otras cosas: “Empezamos en 2008 porque veíamos venir lo que sucedió, pero lamentablemente, la gestión de Bonfatti lo discontinuó. Hay que tener una intervención municipal y provincial conjunta para atemperar los impactos de la economía y el mercado de trabajo. Y hay que abordar a los pibes que ya tiene participación en hechos de violencia armada y letal. No es difícil, pero requiere recursos y decisión política”.