Es la opinión del criminólogo Enrique Font, quien también habló acerca de los allanamientos al Ministerio y de la situación del exministro Saín
Los allanamientos a las oficinas que el Ministerio de Seguridad provincial tiene en Rosario, practicados el viernes pasado, agitaron mucho las aguas, de por sí turbulentas desde hace rato, de lo relacionado con esa cartera; sobre todo, desde el alejamiento de la misma de Marcelo Saín.
Catorce funcionarios del equipo del mencionado exministro renunciaron, aunque algunas de esas desvinculaciones venían tramitándose. Así las cosas, el criminólogo Enrique Font aportó opinión y análisis: “Parece que las renuncias se produjeron como resultado del inicio de la investigación, pero era conocido que ese equipo, al haberse ido su ministro, iba a dejar la gestión. Para mí fue una operación para apurar esas renuncias y para seguir adelante con tres cosas: perseguir a Saín, dificultar su permanencia y ensuciar a su equipo”.
“De todas las gestiones que hizo Saín en distintos ámbitos nacionales, salió sin manchas. No puede decirse lo mismo de la Fiscalía Regional de Santa Fe”, apuntó Font, “que encabeza ésta y todas las operaciones dirigidas a que Saín no pueda volver a la Oficina de Investigaciones. Ninguna confianza me merece lo que haga el MPA y los restos de esa oficina, llena de militancia política”. Y aseveró: “Saín no puede tener certidumbre de tener garantías en el proceso librado en su contra”.
Font habló también acerca de los desafíos que, en materia de seguridad, afronta la provincia: “El primero y básico es conformar un equipo en condiciones de gestionar un ministerio muy complejo en una situación crítica, con una policía que de este proceso saldrá muy fortalecida porque el gobernador trajo un ministro para reformarla pero le doblaron el brazo. El gobernador quiso pero, políticamente, no pudo”.