En su último reporte, el Instituto Nacional del Agua renovó el alerta y advierte que “prevalecerá próximamente una condición general de disminución de los caudales entrantes al tramo argentino del río Paraná“.
En diálogo con LT8, Juan Carlos Bertoni, presidente del INA, dijo que el pronostico es desfavorable. “Venimos de un invierno muy seco, y una primavera con algunas lluvias que elevaron los niveles, pero fueron menores a lo normal; y no es lo mismo 50 milímetros en Brasilia que sobre las cataratas del Iguazú”, explicó el experto.
Por otro lado, apuntó que se espera un verano seco. “Se van a producir lluvias y alguna elevación del nivel de las aguas tendremos, pero en principio no se dará un cambio de tendencia significativo”, indicó.
“Los niveles fluviales continuarán en la franja de aguas bajas. La tendencia climática al 28 de febrero de 2022 es aún desfavorable”, agrega el informe del INA. “Podrían mantenerse por debajo del metro y llegar hasta los dos metros, dependiendo de las lluvias que se produzcan”, agregó Bertoni. En consecuencia, no se avizoran mejoras a la situación hídrica de la región.