El número de casos cotidianos llegó a tres mil. Los empleados públicos pasarán, en breve, a realizar sus labores en modalidad teletrabajo.
Las noticias que llegan desde el territorio de Córdoba, con respecto a la situación epidemiológica del mismo – que es un destino muy elegido, en esta época del año, por habitantes de Rosario y de esta provincia -, generan cierta alerta. Aumento subrepticio de casos positivos de coronavirus, con fuerte presencia de la nueva cepa Omicron, es lo más notorio.
El médico Oscar Atienza, que desde el inicio de la pandemia ha fijado una fuerte postura personal en pro de sostener medidas de cuidado, describió: “En pocos días pasamos de tener 100 casos diarios a 3000 diarios. Los centros de testeos están colapsados; algunos de ellos, con seis cuadras de cola durante las 24 horas. Tanto es así, que ayer se acabaron los insumos para hacer hisopados”.
Este escenario, entiende el doctor, se hizo posible porque “hubo un relajamiento importante; el gobierno provincial nunca quiso afectar las libertades individuales y, así, tuvimos aquí los primeros brotes de las variantes Manaos, Delta y Omicron y el primer colapso del sistema sanitario. Hay que explicar que estamos en alto riesgo. Nos perjudicamos todos si un puñado no se cuida”, sentenció.
No obstante, el médico encuentra alguna señal de cambio de actitud de parte del Estado cordobés: “En lugar de poner en vigencia el pase sanitario desde el 1° de enero próximo, se aplica desde el 21 de diciembre y se analiza pasar todo lo que es administración pública a la modalidad de teletrabajo”.
“Mientras que en el resto del país la variante predominante es Delta, en Córdoba es Omicron”, puntualizó. “De todos modos, creo que no veremos cuadros graves ahora, pero sí, más adelante, cuando las personas mayores y las no vacunadas empiecen a infectarse. Se ve en Europa que ésa es la gente, mayormente, que está yendo a terapia intensiva y la que está muriendo”.
“Habrá que esperar unos diez días más para ver si se da ese impacto”, concluyó Atienza.