Marisa Germain es titular de la cátedra Teoría Social, en la Facultad de Psicología de la UNR. Es investigadora y psicóloga, aunque se ha enfocado en ese aspecto, a lo largo de su carrera.
En su charla con los integrantes de “Una Tarde Perfecta,” ahondó y amplió en algunos temas, dió algunos tips para fortalecer el estado de ánimo y la mente de las personas que hace meses están en cuarentena y cumpliendo protocolos.
En principio, ella dice que hay dos cuestiones a tener en cuenta; una, lo poco habituados que estamos a la incertidumbre generalizada, extendida en el tiempo. Y la segunda, las formas de conexión vigentes.
Respecto a la incertidumbre, se retrotrae y la compara al de las sociedades que luego de la Segunda Guerra Mundial, se hicieron fuertes, progresaron, crecieron, afianzaron la seguridad, después de tanto tiempo de locura y el miedo, de no saber cuándo se iba a terminar esa guerra. En cuanto a la manera en que nos conectamos actualmente, (a través de pantallas, de redes) eso implica un cambio en la forma en que nos relacionamos con otros, sin presencialidad, y permite hacer aparecer nuestro estado de ánimo sin demasiado filtro, dice Germain.
Cuando, en tono firme, continúa con que “todos nos volvimos un peligro para todos,” hace referencia a ese sentir de la sociedad, de que el contagio puede provenir de cualquier parte y no hay una actividad específica , probada, para precaverse.
No deja de subrayar que todo lo que se sabe es más por observación. Recién ahora el Gobierno Nacional ha hecho una convocatoria para investigar este tema. Este estudo va a permitir sistematizar resultados para llegar a un diagnóstico más certero.
Lo que se sabe, es que el padecimiento mental es particularmente cruel en las personas con asistencia más sostenida. Marisa Germain señala a los niños con algún síndrome, que necesitan cuidados constantes, o las personas con consumos problemáticos que no pueden permanecer sin acompañamiento y cobertura.
En la población general, los adultos mayores son los que más sufren, porque su aislamiento es obligatorio. “Forzadamente tienen que dejar de interactuar.”
Casi al final de la entrevista, la docente hace mención del concepto ideado por Erving Goffman, sociólogo americano, de “Instituciones Totales,” ya que “todo pasa en el mismo espacio y con la misma gente.” Eso trae aparejado cansancio, agotamiento y es difícil de sostener una buena relación con los que estamos compelidos a convivir. Se potencia la depresión y la violencia. Entonces es hora de cambiar de ámbito. Para ello hay que moverse de lugar: caminar, incluso subir a la terraza. O también, hablar con otros, comunicaciones telefónicas, por whatsapp, por cámara, “lo que sea posible.”
No interactuar con las mismas personas aminora tensiones, hacer actividades manuales, talleres o yoga, distiende y nos permite continuar con la cabeza despejada, más clara.