La opinión del abogado previsionalista Adrián Tróccoli supuso una respuesta contundente al anuncio efectuado por Nación ayer, indicando que los haberes subirán un 12,28 por ciento.
Ayer, el presidente de la República anunció la magnitud del ajuste previsional que, en el marco de la Ley de Movilidad, representará, un 12,28 por ciento desde el mes de marzo y para todos los haberes y para la Asignación Universal por Hijo (AUH).
“Sigue faltando (que se cumpla) la promesa gubernamental de subir 20 puntos”, dijo Adrián Tróccoli, abogado previsionalista. “Es (un aumento) demagógico y vergonzante, porque nadie puede vivir con 32 mil 600 pesos mensuales, que es el nuevo monto de la jubilación mínima”.
“Desde hace algunos años, Anses regala un segundo beneficio al grupo familiar: casi no hay mujeres que no cobren pensión y/o jubilación. La idea es que el beneficio sea único y suficiente; ‘integral’, como dice la Constitución Nacional. Además, el aumento se da en marzo cuando el año comenzó en enero, cuando la inflación general fue del 4 por ciento. Pero todos los estudios dicen que los jubilados tienen una inflación ‘diferente’: prácticamente, todos sus consumos van a alimentos, y alimentos y bebidas subieron un cinco por ciento en enero”.
“Más allá del detalle porcentual, hay que decir que durante los últimos cuatro o cinco años, los jubilados tuvieron una pérdida muy significativa, o sea que en siguen con un desfasaje de, por lo menos, 20 ó 25 por ciento”, apuntó. “Y esto cuenta para los que cobran la mínima: los que cobran la máxima siguen perdiendo casi 10 por ciento”.
Para que el sistema previsional sea sustentable, el abogado postula: “El hecho de incorporar a gente que esté fuera del mercado laboral no es parte del sistema previsional, sino del de Seguridad Social. Allí hay una confusión, porque si esas personas no aportaron en lo previo, el previsional no puede pagar; eso corre por cuenta del sistema de asistencia. La gente que no tiene ingresos tiene que tener ayuda de parte del Estado, pero no desde la caja de jubilaciones, porque eso lleva a que los jubilados nunca cobren lo que merecen”.