Un grupo de descendientes de italianos esperan desde hace años el reconocimiento de sus derechos como ciudadanos. Reclaman celeridad en los trámites y por la falta de respuestas de las autoridades del Consulado General de Italia en Rosario.
“Hay casos que datan desde 2016, hablamos de 1000 a 1500 casos. En otros consulados del país demoran mucho menos tiempo, aquí en Rosario se están demorando demasiado los trámites” dijo Felipe Sastre, abogado, unos de los damnificados por la lentitud del Consulado en los trámites que demandan el proceso de ciudadanía.
“Hay gente que pide la ciudadanía por distintos intereses y edades, en mi caso tengo 27 años, pero existen personas que la solicitan por distintos proyectos familiares, laborales, y necesitamos el reconocimiento de nuestro derecho a ser ciudadanos italianos. Uno presenta una carpeta con todas las actas y papeles que te exigen, pero ponen permanentemente excusas para los plazos legales. Pedimos que nos den información oficial. Nosotros abonamos nuestros trámites oportunamente” enfatizó Sastre en diálogo con “Una tarde perfecta”.
Felipe Sastre integra un grupo de unas 150 personas que se pusieron en contacto porque los une la presentación de solicitudes de reconstrucción iure sanguinis durante los años 2018 y 2019, es decir, en muchos de los casos desde hace mas de 2 años y hasta el día de hoy siguen esperando que el Consulado les otorgue la ciudadanía.
La reconstrucción iure sanguinis es un procedimiento a través del cual el Estado italiano reconoce, bajo ciertas circunstancias legalmente establecidas, la ciudadanía a los nietos, bisnietos o tataranietos de aquellos inmigrantes que arribaron a nuestro país entre fines del siglo XIX y mediados del siglo XX.
El proceso se activa a través de la presentación de una carpeta en el Consulado que contiene todas las actas que acreditan las relaciones familiares del solicitante así como un certificado que prueba que el primer inmigrante venido de Italia no renunció a su ciudadanía. Hoy en día, para presentar la carpeta se debe obtener un turno a través de internet y luego abonar un arancel 300 euros en concepto de tasa consular.
Los turnos son difíciles de obtener y según estimaciones apenas se otorgan 4 o 5 por semana, ya que están suspendidos desde mediados de marzo por las medidas sanitarias que responden a la pandemia. Esta situación generó la proliferación de los inescrupulosos que lucran en base a la necesidad ajena, saturan el sistema de turnos para luego revenderlos a cambio de una abultada suma de dinero.
“En definitiva, lo único que reclamamos es poder contar en tiempo y forma con el reconocimiento de nuestros derechos garantizados por el ordenamiento jurídico italiano” concluyó Felipe Sastre.