La figura jurídica la impuso la fiscal Valeria Haurigot, quien también pidió y obtuvo la limitación para el contacto con el exterior de esos reclusos
Se avanzó en la aplicación de una limitante para el contacto físico personal de internos alojados en cárceles santafesinas. Un caso emergente es el de los dos reclusos de la Unidad Penal N° 6 que fueron imputados por participar en 200 maniobras extorsivas.
La fiscal Valeria Haurigot describió cómo es esa limitante: “Cuando escuchábamos la línea telefónica del penal que estaba intervenida, se escuchaban otras voces de presos que parecían estar haciendo el mismo tipo de maniobras”. Hecho esto, también se identificó “a una persona que no está privada de la libertad y que cumplía el rol de recaudar lo que se lograba en este tipo de estafas”.
“Imputamos la figura de asociación ilícita porque hay una continuidad en la realización de este tipo de hechos. Y no se pide la prisión preventiva para los dos reclusos uidentificados porque estaban cumpliendo condenas a 17 años y 8 años, respectivamente, sino una reglamentación del contacto para asegurar los fines del proceso: que las víctimas puedan venir a declarar presentarse espontáneamente sin tener temor de que las vuelvan a contactar”
“El juez Foppiani adaptó mi petición al sistema específico de una videollamada cada 15 días y de media hora de duración, con presencia de personal penitenciario y por el plazo de 90 días”, ratificó. “Se requiere una cantidad de costosas medidas probatorias y enviar las grabaciones a Buenos Aires para poder identificar las voces. Hay muchas voces de mujeres que son escuchadas” en las grabaciones.
“Las líneas usadas son muchísimas. A una misma persona le llegaban llamados y mensajes escritos desde varias líneas”, precisó la fiscal. Y adelantó: “La defensa va a apelar” la resolución, “pero la restricción es totalmente válida y está fundada en el riesgo del proceso y en la necesidad de cortar con el delito”, aseveró.