Se trata de la jueza María Dolores Aguirre Guarrochena, que en su resolución también incluyó una misiva a la familia de la víctima. El criminal deberá recibir asistencia psicológica y psiquiátrica, además de terminar la escuela, entre otras tareas ordenadas por la magistrada.
El crimen de Juan Cruz Ibáñez ocurrió el 29 de junio de 2018 en Zeballos al 2100. El joven recibió 26 puñaladas. Su matador, Lucas Ojeda, tenía 17 años. Trepó hasta el departamento de Ibáñez a través de una casa lindera, al llegar al segundo piso saltó al balcón e ingresó tras abrir un ventanal que no estaba trabado. Instantes después, atacó a Ibáñez mientras dormía.
A pesar de que la fiscalía pidió perpetua, la jueza de menores oriunda de la ciudad de San Lorenzo María Dolores Aguirre Guarrochena, condenó a 17 años de prisión efectiva. Y en una acción inédita, la magistrada le envió una carta al joven condenado y a la familia de la víctima.
Uno de los críticos de este fallo es el senador Lisandro Enrico. En diálogo con LT8 dijo que “cayó muy mal y con mucho dolor” el fallo de Guarrochena. “No se esperaba una mirada de la justicia a través de la jueza de esta manera, que en toda la extensión del fallo no logra enfocar ni poner en valor, ni tener en cuenta lo que ha sido el dolor de la víctima y las victimas, que es su familia”
Para Enrico, que el asesino haya sido menor de edad al momento del crimen, no tiene absolutamente nada que ver. “A partir de los 16 años, todas las personas son punibles por delitos graves como este; y en este caso tenia 17 años y nueve meses; y eso también debería ser valorado, este era el séptimo robo que realizaba y venia avisando que iba a pasar algo grave, había pasado por el juzgado de menores varias veces”, apuntó Enrico.
“Cuando alguien hace semejante desastre, porque entro a robarle, trepo hasta el departamento en el segundo piso, lo ataco dormido con 26 puñaladas, Juan Cruz tenia cortes en los brazos porque se defendía con los brazos; cuando ya está muerto empieza el robo, se pone su ropa, se quiere ir con su auto y lo choca; se toma un taxi; y mientras estuvo estos años preso, no demostró una señal clara de congoja y arrepentimiento”, recordó el senador. “No puede ser una pena leve”, consideró.
Carta al condenado
“Estimado Lucas: Por medio de esta sentencia te impongo una pena de 17 años de prisión por todos los hechos que cometiste siendo menor de edad, entre los que está el fallecimiento de Juan Cruz Ibáñez. Tal como charlamos en el último encuentro, vos mismo reconocés el dolor que provocaste y que no le deseás eso a ninguna persona. Si bien vos afirmás que fue «Leo» el que mató a Juan Cruz, lo cierto es que en toda la investigación que se desarrolló (que fue muy larga y detallista) no hay ninguna prueba de que en ese lugar haya habido otra persona con vos. En definitiva, creo que tenés que asumir el hecho como tuyo, como un primer paso para responsabilizarte.
También hablamos en el encuentro que tuvimos de algunos problemas de convivencia que tenés en el penal. Y te recuerdo que dijimos que es muy importante que no sigas repitiendo esas conductas, no sólo porque el único perjudicado sos vos, sino _fundamentalmente_ porque sos una persona inteligente que puede resolver sus conflictos de otra manera: hablando.
En esta sentencia también dispongo que se te suprima la categoría de «preso de alto perfil», a fin de que te puedas incorporar urgente a la escuela y a talleres grupales de expresión artística. Aún recuerdo la poesía que me recitaste y que te gusta tocar la guitarra. El arte es una de las formas del amor. Pero no me refiero al amor de las películas románticas, sino al amor que debería existir entre los seres humanos. Por eso me parece tan importante que sigas escribiendo, aprendiendo música y haciendo actividades de ese tipo, sobre todo con otras personas que también te compartan lo que hagan.
Por último, recordá que siempre va a estar la posibilidad de pedir perdón y de escribir una carta a los familiares de Juan Cruz. Acordate también que dijimos que quizás ellos no puedan leer la carta ya mismo (o quizás que no la lean nunca) y que también hay que respetar esa decisión. Pero a pesar de esto, el simple hecho de que vos puedas pedir perdón de corazón es un gran paso para restaurar y sanar. Te dejo un abrazo cordial”.