Lo marca un relevamiento hecho por el Instituto para el Desarrollo Social Argentino. Postulan, como mecanismos de solución, dejar de emitir billetes y cumplir con el ordenamiento fiscal.
Ayer comenzaron las reuniones que, se habían anunciado, tendrían el gobierno y empresarios de sectores diversos, en medio de la “Guerra a la inflación” que el presidente Alberto Fernández lanzó el viernes pasado. Mientras el ministro de Economía, Matías Kulfas, dio 24 horas de plazo a las industrias para que justifiquen sus últimos aumentos bajo pena de sanción, el mandatario nacional amenazó con congelamiento de precios.
“El gobierno declara la guerra a la inflación con el mismo armamento que estaba utilizando: controles de precios, aplicación de la Ley de Abastecimientos, aumentos de derechos de exportación y conversaciones con un consejo de empresarios y sindicalistas a los que se sumaron, últimamente, dirigentes piqueteros. Pero la inflación se acelera”, hizo notar Jorge Collina, del Instituto para el Desarrollo Social Argentino.
“Hay que mirar, primero, el desorden monetario. En los últimos años la economía no creció nada: tenemos los mismos bienes y servicios que en 2011, pero hemos emitido 22 veces más billetes, y es natural porque los precios aumentaron 20 veces, o sea, 2000 por ciento en diez años”, afirmó.
“La inflación es multicausal pero no se puede ir a la guerra con la maquinita de emitir billetes; eso es una guerra perdida. Lo primero es el ordenamiento monetario; emitir muchísimo menos, pero para eso se necesita ordenamiento fiscal. Controlado eso, sí se pueden pautar precios y salarios, pero no hacer los deberes y querer que los otros los hagan no va a llevarnos a ningún lado”.