A principios de la década del 80, el país atravesó una situación muy similar a la de la Argentina, con un alto déficit fiscal, inflación cercana al 500% anual, salida de capitales y un fuerte endeudamiento del sector público.
En 1985, comenzaron un fuerte programa de estabilización que ese año llevó la inflación al 20% y que desterró en poco tiempo tanto ese flagelo como otros factores que conspiraban contra la competitividad.
En diálogo con LT8, Esteban Klor economista argentino que nació en Córdoba pero que desde hace más de 15 años vive en Israel, dijo que “es un proceso complicado y largo; y necesita mucha estabilidad política”.
Klor explicó que en Israel “se hizo un plan de ajuste consensuado por todos los sectores políticos; el gobierno se comprometió a parar la emisión de dinero, dio total libertad al banco Central y hubo un corte del gasto fiscal muy importante. Eso llevo que a mediados de los años 90 la inflación era de menos del 20% anual y siguió bajando paulatinamente hasta que llegamos al 1% anual”
“La mayoría de la población israelí entendió el riesgo de la cercanía de un default, y los dos partidos mayoritarios y el resto, construyeron este programa de manera conjunta; y participaron los organismos que nuclean a los trabajadores”. “Hay unanimidad en la necesidad de implementar estos ajustes por lo menos por 5 años; y fue así que el plan resultó exitoso”, dijo el profesor plenario y titular de Economía Política en la Universidad Hebrea de Jerusalem, e investigador principal de la Fundación Israelí de Ciencias y del Centro de Investigación de Políticas Económicas en Londres.
“Una vez que el gobierno logra la credibilidad de que no emitirá dinero y que bajara el gasto fiscal, se pueden empezar a relajar ciertos ajustes; pero lleva por lo menos 5 años duros de ajuste”, apuntó.