Emplazaron a los comercios a que en 48 horas informen los precios de 70 productos de canasta básica; el actual y los que regían al 25 de febrero y al 10 de marzo.
Tras el anuncio del gobierno argentino de la batería de medidas para acometer lo que dio en llamar la “Guerra a la Inflación”, el gobierno de Santa Fe también empezó a realizar controles. Y hoy, el propio secretario de Comercio Interior y Servicios provincial, Juan Marcos Aviano, realizó declaraciones para brindar detalles de lo que se está llevando a cabo.
“Estamos trabajando en un ida y vuelta con los sectores que están dentro de Precios Santafesinos porque el 31 de marzo vence la etapa vigente y el 1° de abril tiene que empezar a regir otra lista”, anunció. “Este operativo es una parte de lo que estamos haciendo; requerimiento de información, que consiste que en 48 horas nos informen, en carácter de declaración jurada y con cinco facturas de clientes a quienes se les hayan vendido, el precio actual de 70 productos, y también, el que tenían al 25 de febrero y al 10 de marzo. Esto último es en virtud de que el gobierno anunció anoche que los precios de 580 productos deben retrotraerse a esa fecha”.
“Queremos ver las distorsiones y los comportamientos especulativos y abusivos que podamos comprobar, tanto entre los minoristas como entre los mayoristas y en el nivel industrial. La lista es básica: azúcar, aceite, harina, arroz, arvejas, puré de tomates, champú, cepillo de dientes; es decir, los esenciales. Algunas firmas industriales son santafesinas y otras, son las principales firmas argentinas que están siendo denunciadas por el sector comercial por haber aplicado precios abusivos”, precisó.
“En las grandes superficies comerciales hemos constatado que todavía no se ha hecho el traslado de esos aumentos que sí están llegando a los comercios más chicos”, admitió el funcionario. “Vimos un buen nivel de abastecimiento, amén del caso del aceite, en que se está cuotificando su entrega, pero allí está funcionando, desde hace muchos años, un fideicomiso, mala experiencia”, cuestionó también. “Ayer comprobamos, en un supermercado regional, que para que una firma de primera marca le venda el aceite de girasol, que es lo que más se comercializa, esa firma lo obliga a comprar y a poner a la venta la mezcla de aceite de soja, que es prácticamente imposible de vender. El sector empresario tiene que entender que tiene que dejar atrás esas actitudes”.
Aviano resumió, al cabo: “nuestra tarea es detectar dónde se generaron las distorsiones, sancionar y corregirlas”.