Se repiten los hechos de agresiones verbales cuando hay controles de alcoholemia o detenciones por infracciones a las leyes de tránsito
En los últimos días hubo algunos incidentes en operativos de tránsito, no exentos de situaciones de violencia con los inspectores y aún con la policía.
Carolina Labayru, secretaria de Control y Convivencia de la Municipalidad de Rosario, ratificó lo antedicho y relató: “El sábado, a la hora 23 más o menos, un patrullaje detectó a un conductor que perdió el control, subiéndose al cordón de la vereda en Avenida Carballo. Previo a practicarle el test de alcoholemia, los inspectores se dieron cuenta de que la persona estaba totalmente alcoholizada”, lo que se ratificó con el resultado del test: “Tenía 2,71 de alcohol en sangre. Se le solicitó la documentación de rigor, que no la tenía, y se remitió el auto al corralón municipal”.
“La policía motorizada detuvo en Rioja al 3000 a un auto que fue detectado por las cámaras del 911 circulando a alta velocidad y pasando todos los semáforos en rojo. Solicitaron nuestra intervención para practicar los tests de alcoholemia y narcolemia, y el conductor agredió verbalmente a los policías y a los inspectores, negándose a hacerse esos tests”.
“Siempre hacemos los operativos en forma conjunta con la policía porque suelen darse estas situaciones, que por lo general no van más allá de las agresiones verbales, pero cuando nos encontramos con personas que, si consumieron alguna sustancia, no se sabe cómo pueden reaccionar”, explicó la arquitecta Labayru.
Por último, la funcionaria informó que “falta la firma del convenio correspondiente para instrumentar” la facultad que el gobierno provincial le concedió, por decreto, a la policía, para que ésta pueda remitir al corralón los vehículos que incurran en causales de ello, sin necesidad de la intervención de inspectores de tránsito.