Una jueza rosarina escuchó la voluntad de una menor de edad y resolvió quitarle la responsabilidad parental a su padre, por la indiferencia y desinterés que le demostró desde que nació. La abogada María Soledad Crivelli señaló que “La adolescente quiere darle el lugar de papá a quien ejerce esa paternidad, que es el marido actual de su mamá, un segundo paso es llevar el apellido de quien ella siente como a su padre”.
“La madre de la niña, hoy adolescente, siempre defendió los derechos de su hija, quien le dijo directamente que quería cortar la relación con su padre biológico porque no tenía ningún vínculo. Existió siempre un desinterés total del padre por la niña, desde su nacimiento, no sólo desde el punto de vista económico sino también desde lo afectivo”, explicó la abogada María Soledad Crivelli.
Asimismo, expresó que “El desinterés del padre fue en todos los órdenes, charlé mucho con la niña, me sorprendió su ubicación en tiempo y espacio, el lugar de padre, lo estaba ocupando el marido actual de su mamá y no su padre biológico. Se trata de una medida excepcional la que tomó la jueza, es un último recurso”.
En ese orden, la doctora Crivelli aseguró que “La niña quiere darle el lugar de papá a quien ejerce esa paternidad, que es el marido actual de su mamá, un segundo paso es llevar el apellido de quien ella siente como a su padre”.
Cabe destacar que las abogadas María Herminia Reggiardo y María Soledad Crivelli recibieron el caso de una mujer que luego de escuchar el deseo de su hija, hoy de 16 años, recurrió al Poder Judicial para plasmar legalmente una realidad que la atravesó desde el mismo momento que dio a luz. Por eso, hace tres años solicitó “la privación de la responsabilidad parental” contra el padre de la niña.
En el marco del expediente que tramitó en el juzgado de Familia Nº 5, narró que en junio de 2005, fruto de su relación con E., nació su hija. Y que desde ese mismo momento “la indiferencia a su existencia” caracterizaron la conducta del hombre respecto de la hija, quien prácticamente “no lo reconoce”.
Agregó que el demandado “jamás se preocupó” por el bienestar de la nena, a quien “nunca le brindó afecto ni amor”. Y que en lo económico sus cumplimientos fueron “esporádicos, jamás voluntarios”, siempre a costa de iniciar acciones judiciales, y “nunca se interesó por su alimentación, vestimenta ni educación”.
En el marco del proceso judicial, la jueza Milca Bojanich citó al padre, pero ni siquiera contestó la demanda, por lo que fue declarado en rebeldía. La causa incorporó pruebas que le dieron sustento y coherencia al reclamo.
Por último, Crivelli subrayó “Para la rutina judicial es un caso más, pero para muchas madres solas con padres ausentes o abandónicos es importante dar a conocer que pueden apelar a este recurso judicial ante los trastornos que sufren respecto al cuidado de sus hijos”.
Fuente Entrevista de LT8 y Diario La Capital
A.D.
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