En el terreno ubicado en San José de Calasanz al 9100, hoy propiedad del Colegio Inglés, se plantaron 30 árboles como símbolo de la memoria y la búsqueda de justicia. El coordinador de la Filial Rosario de Abuelas, Iván Fina, señaló que “Estamos contentos y orgullosos por la importancia de este acto, por la presencia de autoridades, sobrevivientes y querellantes que han venido a este sitio, donde funcionó un centro clandestino de detención durante la dictadura militar”.
“Se plantaron 30 árboles donde funcionó en la dictadura militar un centro clandestino, en la llamada Quinta Operacional Fisherton, en San José de Calasanz al 9100. Estamos contentos y orgullosos por la importancia de este acto, por la presencia de autoridades, sobrevivientes y querellantes que han venido hasta aquí”, explicó Iván Fina, coordinador de la Filial Rosario de Abuelas.
En tanto, la directora nacional de Sitios y Espacios de Memoria, Lorena Battistiol, aseguró al móvil de LT8 “Tenemos un fallo reciente que refuerza todo lo testimoniado por los sobrevivientes. Queremos agradecer también la buena predisposición de las autoridades del colegio. Lo importante es que los chicos y chicas que hoy están en las aulas, puedan conocer lo que sucedió en los años de la dictadura militar. En esas aulas pueden estar algunos de los bisnietos de las Abuelas de Plaza de Mayo”.
En ese sentido, la funcionaria nacional precisó que “Existen varios sitios de memoria demolidos en el país, como Campo de Mayo, por lo general, hacemos una muestra gráfica que exhiba las imágenes históricas de ese lugar. Cuando encontramos un ex sitio clandestino que está en pie, tratamos de conservar la mayor cantidad de elementos posibles donde estuvieron detenidos los jóvenes de aquella generación”.
El acto apunta a plantar memoria y realizar una reparación histórica en un sitio en el que estuvieron ilegalmente detenidos y detenidas militantes del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT-ERP). Algunos de los hechos allí ocurridos pudieron ser juzgados en el primer juicio sobre dicho ex centro clandestino, agrupados en la denominada Causa Klotzman, cuya sentencia se conoció el 29 de julio de 2021.
El fallo de la Justicia condenó a prisión perpetua al militar retirado Jorge Fariña (jefe del Destacamento de Inteligencia 121) y a los tres ex policías de la Federal Federico Almeder, Juan Langlois y Enrique Andrés López, por el delito de secuestro y matanza de 30 de militantes y allegados al PRT-ERP ocurridos en agosto de 1976. Pero en el alegato, el fiscal de la Unidad de Causas de lesa humanidad de Rosario, Adolfo Villate, -además de pedir prisión perpetua para los cuatro acusados- solicitó al tribunal “que establezca reparaciones simbólicas” para las víctimas. Entre ellas, que el colegio San Bartolomé -actual propietario del lugar- lo señalice “del modo que sea más conveniente, dejando en claro que allí funcionó un centro de exterminio durante la dictadura militar y se imponga a sus alumnos de los hechos ocurridos allí como una forma de la memoria”.
“Agradecemos que el colegio nos abra las puertas y estamos muy contentos por el compromiso de las autoridades del colegio inglés con sumarse a este acto”, destacó Sabrina Gullino Valenzuela Negro, integrante de Abuelas Rosario. Entiende que la idea de llevar adelante la actividad en el polideportivo “permite que toda la comunidad educativa pueda conocer en profundidad lo que sucedió en este sitio”. Entre los detenidos que pasaron por la Quinta de Fisherton hay cuatro mujeres embarazadas y una beba nacida en cautiverio: la nieta restituida Nº 103, hija de Ricardo Klotzman y Cecilia Barral. Pero aún se buscan a los hijos o hijas de Isabel Carlucci, María Laura González y Liliana Girardi.
La Quinta de Fisherton
El juicio oral investigó sobre hechos denunciados entre agosto y octubre de 1976 en el chalet ubicado en Calazans al 9100 (altura de Mendoza al 6000), en barrio Fisherton. En ese lugar funcionó el centro clandestino de detención conocido como la Quinta Operacional de Fisherton.
En 1984 Fernando Brarda, uno de los sobrevivientes, denunció por primera vez ante la Conadep —Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas— la existencia de este centro clandestino y los hechos allí ocurridos, aunque recién fue posible identificar el lugar en 2005. Entre 2006 y 2014 una orden judicial preservó el inmueble como prueba material de la Causa Klotzman, entonces en etapa de instrucción. Pero tras caerse la medida cautelar, el predio fue adquirido por el Colegio San Bartolomé.
En el 2015 otro sobreviviente, que por motivos laborales realizaba tareas de mantenimiento para el colegio, reconoció el lugar en donde había estado secuestrado en 1976 y denunció los hechos ante la Justicia. En el 2016 la institución educativa decidió llevar adelante la ampliación del polideportivo y demolió el inmueble para instalar una cancha de rugby.
En el acto de este jueves, además de la plantación de árboles, se colocó una placa conmemorativa a cargo del Concejo de Rosario y se desarrolló una intervención artística colectiva.
La escuela y los juicios
Para acompañar el desarrollo de los juicios desde una pedagogía de la memoria, en septiembre de 2020 desde la filial local de Abuelas de Plaza de Mayo e Hijos Regional Rosario lanzaron “La escuela y los juicios”, un proyecto colectivo que se propuso trabajar la Causa Klotzman como recurso para el aula, mediante videos, audios, textos y actividades que se encuentran en el sitio. El proyecto fue declarado de interés por el Ministerio de Educación de Santa Fe (resolución 0550/20).
Las treinta víctimas de la dictadura que pasaron por ese centro clandestino de detención son Cecilia Barral, Ricardo Klotzman, Juan Alberto Tumbetta, Edgardo Silva, Osvaldo Matosky Szeverin, Fernando Patricio Brarda, María Laura Gonzalez, Ricardo Machado y Elvira Márquez. También Liliana Girardi, Julio Adolfo Curtolo, María Teresa Latino, María Teresa Serra, Elvio Ignacio Castañeda, Alejandro Pastorini, José Ángel Alba, Herminia Nilda Inchaurraga y José Rolando Maciel. La lista se completa con Elena Cristina Marques, Dante Rubén Vidali, Isabel Carlucci, Víctor Hugo Fina, Héctor Alberto González, María Teresa Vidal Martínez Bayo, Juan Carlos Lieby, Daniel Emilio Garrera, María Victoria Gazzano Bertos, Oscar Medina y Daniel Guibes. También la nieta restituida Nº 103, hija del matrimonio Klotzman – Barral.
Fuente Entrevista de LT8 y Diario La Capital
A.D.
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