Paula Valenzuela, referente del Club de Huella Ecológica, señaló “Nuestro objetivo es que la práctica de compostaje llegue a todos los espacios que habitamos”. A su vez, la UNR tendrá su propia planta de compostaje en el Centro Universitario Rosario más conocido como La Siberia. Allí se creará un sistema de recolección diferenciada, prestado a través de una flota de vehículos eléctricos, que permitirá recuperar los residuos orgánicos de los comedores universitarios.
“Nos reunimos el sábado 7 de mayo desde las 11 horas en Roldán, estamos muy contentos de comunicar a la comunidad la importancia de proponer esta iniciativa, queremos que la práctica de compostaje llegue a todos los espacios que habitamos, en casa, en el trabajo, y la escuela. Nuestra intención es difundir tecnologías apropiadas para la elaboración de un producto sano y seguro para uso como abono en huertas familiares”, explicó la docente Paula Valenzuela, referente del Club de Huella Ecológica, una asociación civil destinada a colaborar en la creación de conciencia ciudadana y cuidado medioambiental.
Al mismo tiempo, afirmó que “En todos los lugares podemos generar material para el compostaje, con la yerba del mate, las cáscaras de frutas, se trata de cambiar la mirada de lo que consideramos basura, la misma naturaleza composta, transforma en vida la materia orgánica”.
En ese sentido, Valenzuela remarcó “En cualquier espacio podemos compostar, aunque no seamos expertos, podemos hacerlo intercalando capa sobre capa, sobreponiendo lo seco con lo húmedo, para obtener un abono que es fertilizante, y una solución para el problema de los residuos sólidos urbanos”.
En tanto, la UNR tendrá su propia planta de compostaje. El proyecto es una de las aristas del Plan de Sostenibilidad Ambiental que la Universidad Nacional de Rosario que presentó a fines de marzo pasado. Se trata de la creación de un sistema de recolección diferenciada, prestado a través de una flota de vehículos eléctricos, que permitirá recuperar los residuos orgánicos de los comedores para alimentar una planta de compostaje que se creará en el Centro Universitario Rosario.
El plan ambiental de la UNR se basa en la certeza de que el cuidado del ambiente depende de tres factores: un cambio de conciencia individual, acciones colectivas y decisiones institucionales. Sobre ese punto de partida se articulan distintas acciones para concientizar a la comunidad universitaria y generar nuevas dinámicas de uso y aprovechamiento de los recursos naturales y económicos.
Un predio “verde”
El programa tiene como objetivo consolidar al predio del Centro Universitario Rosario (CUR, más conocido como La Siberia), como un espacio energéticamente autosuficiente y generar nuevas dinámicas para la reducir la generación y favorecer el tratamiento adecuado de los residuos.
Por eso, en el predio de la zona sur se habilitará una planta de tratamiento de desechos orgánicos que permitirá producir compost de calidad para los viveros dependientes de la universidad pública.
La materia prima serán los desperdicios que se producen a diario en los comedores estudiantiles y en la residencia de la UNR. Según estiman desde el Observatorio Ambiental, a diario se producen unos 1.200 kilos de residuos orgánicos. Unos 36 mil kilos mensuales.
A tono con el proyecto, la recolección y el traslado de los desechos se realizará mediante autos eléctricos. Se trata de un circuito de 20 kilómetros entre la zona de la Terminal de Ómnibus, el centro y el sur de la ciudad, para terminar en La Siberia.
La semana pasada, personal del Observatorio Ambiental visitaron una fábrica local de vehículos no contaminantes, silenciosos, amigables con el medioambiente y que no utilizan combustibles fósiles. La firma Green Go produce actualmente los vehículos Milla, Milla Cargo y NBike Cargo. En su versión utilitaria, funcionan con baterías de litio y puede transportar hasta 200 kilos a una velocidad máxima de 30 kilómetros por hora.
Según explicó el director del Observatorio, Matías De Bueno, ya están trabajando en la licitación para adquirir el primero de los coches. “Ese será el primer paso para iniciar el proyecto”, indicó y calculó que en unos dos o tres meses, es decir después de las vacaciones de invierno, la novedosa flota podría estar en la calle.
La recuperación de los residuos generados por los comedores, estimó, es “una de las grandes aristas del Plan de Sostenibilidad Ambiental de la Universidad Nacional de Rosario” ya que contempla la planificación de la logística de los desechos orgánicos hacia el punto de compostaje por una parte, y de los desechos inorgánicos para su posterior reciclado. La iniciativa compone una dinámica de gestión del consumo y post-consumo sostenible, en la que no hay desperdicios.
Fuente Entrevista de LT8 y Diario La Capital
A.D.
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