El viernes por la noche fueron asesinados una pareja y su hija de seis años. Otra pequeña, de tres años, se salvó por milagro. Habló la abuela de la niña.
Carina Reynoso es madre de Naira Altamirano, abuela de Auriazul Morera y suegra de Rodrigo Morera, las tres personas asesinadas el viernes pasado por la noche en barrio La Tablada.
“No entiendo qué pasó. Supuestamente, los asesinos estaban persiguiendo a otra pareja”, estimó Carina. “El auto venía por Necochea y cuando dobló por Garibaldi, uno se bajó y disparó contra ellos”. Unas veinte vainas de proyectiles servidos quedaron como testimonio cruel en el pasillo donde acribillaron a la pareja y a su hija, de seis años de edad.
“Quiero salir a limpiar los nombres de mi hija y mi yerno. Él trabajaba en un taller de chapería y pintura y pidió a su patrón aumento sueldo porque estaban pasando una mala situación económica; discutieron y el patrón lo echó, después de más de 15 años de trabajo”, explicó Carina. “Estaban desesperados porque no tenían dinero. Los ayudábamos como podíamos. Esa noche mi hija vino a buscar un bolsón con mercadería y una plata que les prestamos”.
“No fue un ajuste de cuentas. Mi hija no andaba en drogas ni nada de eso. Eran gente de bien; por eso sólo pido justicia, que paguen los que tienen que pagar. Le pido a Dios que haga justicia, porque la justicia del país no hace nada”, lamentó.
“Mi nieta de tres años cayó debajo de su mamá, la tomó un vecino y la salvó. Y ahora pregunta a cada rato cuándo vienen su papá y su mamá…”.