La facturación del año pasado – sobre todo, en la actividad privada – creció hasta alcanzar los niveles más altos de los últimos diez años. Durante enero y febrero, si bien la recuperación se sostiene, la misma parece estar algo frenada.
La actividad económica de Rosario experimentó una suba en la facturación general durante el año pasado; sobre todo, en el sector privado. La recuperación tras el derrumbe general ocasionado por la pandemia fue muy notoria y alcanzó niveles muy remarcables. No obstante ello, la Fundación de Investigaciones del Banco Municipal de Rosario observó que esa recuperación perdió cierto impulso durante el primer bimestre de este año.
“Cuando se mira a la industria y el comercio, que son los sectores que impulsaron la actividad a valores mayores, incluso, que en 2011, se ve que están relacionados mucho con la demanda interna, la cual estaba muy reprimida con las restricciones por la pandemia”, explicó Ana Navarro, gerenta de esa fundación. “La gente, luego de ello, salió a gastar, aquí y en todo el mundo”.
“Pero hubo una disminución de los bienes de consumo y los bienes de capital, que son los bienes para la producción. Con las reservas del Banco Central casi en cero, la disponibilidad de dólares en Argentina quedó para el intercambio”, marcó Ana, “y eso hizo que las importaciones necesarias para producción industrial estén teniendo un retraso. Entonces, industria y comercio se ven afectados por la caída del poder adquisitivo en el asalariado medio”, concluyó.