El Senado debate el proyecto de ley de Respuesta Integral al VIH, Hepatitis virales, Tuberculosis e Infecciones de Transmisión Sexual. La iniciativa promueve entre otros puntos la creación de un régimen de jubilación especial, para quienes transiten las enfermedades de VIH y hepatitis B o C, así como una pensión no contributiva de carácter vitalicio para quiénes se encuentren en situación de vulnerabilidad social.
“Viajaron muchos colectivos de todo el país, hay gente de Hepatitis Rosario que ya está en el Senado, no hay obras sociales que en su totalidad respondan a los tratamientos, muchas personas tienen hepatitis C y no lo saben, porque este tipo de hepatitis no da síntomas. La ley va a obligar a pedir en todos los análisis la existencia de hepatitis A, B y C”, sostuvo Edith Michelotti, coordinadora de la ONG Hepatitis Rosario.
Al mismo tiempo, explicó que “Cuando supe que tenía hepatitis C la mitad de mi hígado se había convertido en una piedra. Pedimos el tratamiento de esta enfermedad a todas las obras sociales. Ahora si sale la ley, las obras sociales van a tener que dar al paciente todos los estudios y el tratamiento para curarse”.
En tal sentido, Michelotti, señaló que “En la instancia anterior, 241 diputados votaron a favor, y 8 en contra, ahora la ley pasó al senado, y hemos hablado con los senadores que representan a Santa Fe para que voten a favor. En algunos casos, existen personas que no pueden trabajar por el HIV y no tienen edad para jubilarse, la nueva ley va a contemplar todas esas situaciones”.
Las claves de la ley
Cabe destacar que Las claves del proyecto de ley, que cuenta con el apoyo de más de 200 instituciones y organizaciones civiles, plantea un cambio de perspectiva y pone foco en lo social, apuntando a mejorar la calidad de vida y prevenir muertes evitables.
Propone, además, que toda prueba para detectar esas patologías deberá ser voluntaria, gratuita, confidencial y universal, a la vez que promueve la creación de un régimen de jubilación especial, de carácter excepcional para quienes transiten las enfermedades de VIH y hepatitis B o C, así como una pensión no contributiva de carácter vitalicio para quienes se encuentren en situación de vulnerabilidad social.
De este modo, quienes acrediten al menos diez años desde el diagnóstico de la enfermedad y 20 años de aportes jubilatorios, pueden solicitar la jubilación a partir de los 50 años.
El proyecto también promueve la capacitación, investigación, difusión de campañas masivas y la conformación de una Comisión Nacional de VIH, Hepatitis Virales, otras ITS y Tuberculosis, integrada de forma interministerial e intersectorial por representantes de los organismos estatales, sociedades científicas y organizaciones de la sociedad civil con trabajo en estas patologías
Fuente: Entrevista de LT8 y Agencia Télam de noticias
Resumen A.D.
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