El gobernador abrió una ronda de diálogo para explicar el acuerdo con el gobierno nacional. La oposición lleva varios planteos a la Casa Gris.
En un clima tenso con la oposición por el acuerdo que firmó la semana pasada con Alberto Fernández y el eyectado Martín Guzmán, el gobernador Omar Perotti lanzó una ronda de diálogo para explicar detalles del pago de la deuda histórica del Estado nacional con Santa Fe.
La ronda de conversaciones se abrió este martes con el Consejo Económico Social. Acompañado por el ministro de Economía, Walter Agosto, Perotti se reunió con las entidades empresarias, sindicatos, asociaciones civiles y universidades que integran el organismo.
También se sumaron a la reunión el ministro de Gestión Pública, Marcos Corach, la ministra de Gobierno, Celia Arena, y el fiscal de Estado, Rubén Weder.
Este miércoles será el turno de los legisladores: Perotti recibirá a las 15 en el salón Blanco de la Casa Gris a los presidentes de bloque del Senado y a las 17 a los jefes de bancada de Diputados. En tanto, el jueves a las 11 se reunirá en el centro cultural La Redonda con intendentes y presidentes comunales.
En cada uno de esos encuentros, Perotti dará información sobre el convenio que suscribió la semana pasada con Fernández y el entonces ministro de Economía, que puso fin a una larga pulseada administrativa, política y judicial entre el Estado nacional y Santa Fe.
Según informó el gobernador, el acuerdo es por 151.800 millones de pesos en bonos actualizados por inflación, que se pagarán entre agosto de 2022 y diciembre de 2031.
Sin embargo, el tema sigue abierto. El conflicto se desplaza hacia la provincia, entran en escena nuevos actores, y se proyecta hacia el futuro.
En la oposición dicen que irán a escuchar, pero pondrán sobre la mesa varias cuestiones. “Vamos a preguntarle al gobernador por qué acepta bonos en pesos en un momento de enorme incertidumbre sobre ese mercado, por qué no quiere mandarlo a la Legislatura para ratificarlo, de qué manera van a cobrar los municipios y comunas lo que les corresponde por coparticipación y cómo se van a instrumentar las políticas públicas”, dijo a La Capital el jefe del bloque socialista en la Cámara baja, Joaquín Blanco.
Las reuniones se dan en un momento de extrema incertidumbre por la corrida cambiaria y la interna feroz en el Frente de Todos, que se cargó al ministro de Economía que había firmado el convenio con Perotti tres días antes de su renuncia.
En tanto, desde la oposición insisten en que quieren leer la letra chica del acuerdo. Ayer, diputados y senadores de todo el arco político le enviaron una nota a Agosto para que les mande una copia del convenio. Incluso dejaron abierta la puerta a convocarlo a Diputados a dar informes a la Cámara.
Firmaron la nota los diputados Julián Galdeano (UCR-Juntos por el Cambio), Maximiliano Pullaro (UCR-Evolución), Clara García, (PS-Frente Progresista), Joaquín Blanco, Gabriel Real (PDP-FP), Sebastián Julierac (Coalición Cívica), Walter Ghione (UNO) y Mónica Peralta (GEN-FP).
También pusieron el gancho Carlos del Frade (Frente Social y Popular-Ciudad Futura), Betina Florito (Encuentro Repubicano Federal), Nicolás Mayoraz (Vida y Familia), y Amalia Granata (Somos Vida). A ellos se sumaron los senadores radicales Lisandro Enrico y Hugo Rasetto.
Más allá del planteo opositor, en la Casa Gris indicaron que enviarán el convenio a la Legislatura después de las reuniones.
Tensión
El tema recalienta la relación entre el Ejecutivo y la Legislatura. El miércoles pasado, los bloques opositores faltaron en masa a la reunión que había convocado el gobierno, por entender que se trataba de una movida informal, improvisada y desprolija, y en la que no iba a estar Perotti.
Al día siguiente, esos mismos espacios opositores llenaron el auditorio de la Facultad de Ciencias Jurídicas de la UNL. Con una actividad académica como excusa, dirigentes del PRO, la UCR, el PS plantearon que el acuerdo “entrega a la provincia”.
Por su lado, Pablo Javkin se sentó en primera fila y se sumó a la foto de familia opositora pero expresó una posición más cauta.
“Todo lo que sea obra pública viene bárbaro”, reconoció la semana pasada un integrante del riñón político del intendente. Mucho más, si el grueso de los recursos se vuelca a proyectos de infraestructura en los barrios más castigados por la pobreza y la violencia.
Almanaque en mano, la oposición quiere discutir hacia dónde van los fondos.
Según el cronograma que difundió el propio gobierno provincial, fluirán en agosto a las arcas provinciales -sin contar el ajuste por CER- 3 mil millones de pesos, 22 mil millones en diciembre, 6 mil millones en abril de 2023 y 18 mil millones en agosto del mismo año.
La Casa Gris tiene que mandar en octubre el presupuesto, por lo que debería incluir el plan de obra pública con los fondos extra que percibirá Santa Fe. Se agrega un detalle que complejizará la negociación en la Legislatura: los nuevos proyectos empezarán bajo la administración Perotti pero se terminarán durante el próximo gobierno.
Fuente Diario La Capital
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