“Tuve algo de fiebre y de dolores musculares, pero estoy en perfectas condiciones” dijo Pablo Berra, quien vive en el país africano desde hace doce años y que forma parte del grupo de voluntarios sobre los cuales se está probando la vacuna “Oxford”
El argentino Pablo Berra vive desde hace 12 años en Sudáfrica – país natal de su esposa – y hace casi un mes se aplicó, como voluntario, la vacuna desarrollada pr la Universidad de Oxford (Inglaterra) y el laboratorio sueco AstroZeneca, que nuestro país producirá junto a México.
Oriundo de Lomas de Zamora y criado en Santiago del Estero, Berra dirige junto a su esposa una escuela y manifestó estar en perfectas condiciones: “Me enteré viendo a una médica en TV y de inmedaito me presenté como voluntario. Me tomaron muestras de sangre y orina con el objetivo de saber si era portador de HIV, ya que los voluntarios fueron divididos en dos grupos: portadores y no portadores”, contó Pablo. “Me apliqué la primera dosis hace tres semanas y media. Tuve algo de fiebre – entre 37° 2 y 37° 8 – y de dolor muscular los primeros días, tal como les sucedió a los otros voluntarios, pero me encuentro en perfecto estado”.
El seguimiento que se hace a quienes se les aplicó la vacuna, contó Berra, consiste en efectuar hisopados y tomar muestras de sangre todos los días lunes. “Por lo demás, hice y hago vida normal, desde la primera aplicación; sólo hay que respetar el distanciamiento social y el uso de barbijo”.
Optimista, el voluntario argentino subrayó: “Lo que aquí se hace es buscar demostrar que no hay efectos secundarios, porque está comprobado que la vacuna es efectiva 100 por ciento”.