Sebastián Antonio C., de 23 años fue detenido anoche sospechado de haber participado del ataque a balazos contra el agente de la Brigada Motorizada.
La noche del miércoles fue detenido en una casa de barrio La Cerámica uno de los sospechados de haber baleado al policía Gabriel Sanabria el pasado 27 de mayo. Se trata de un joven de 23 años que ya había sido detenido el 9 de junio en el marco de otro operativo pero liberado ese mismo día. Ahora, con evidencias que incluyen publicaciones en las redes sociales del propio sospechoso, la fiscal Gisela Paolicelli podría acusarlo del intento de homicidio del agente de la Brigada Motorizada. Pero además, a partir de evidencias surgidas de su celular, al sospechoso también le achacarían el crimen de un muchacho perpetrado el 29 de mayo en la esquina de Tucumán y Dorrego, donde fue asesinado a balazos Ángel Ocampo, de 22 años, en un oscuro episodio.
Pasadas las 2.30 del 27 de mayo el policía Gabriel Sanabria, de 26 años y 6 años de trabajo en la fuerza provincial, fue atacado a tiros desde el interior de un Peugeot 206. Fue en Arijón al 400, cuando el policía y un compañero de la Brigada Motorizada intentaron identificar a los ocupantes del vehículo que tenía pedido de secuestro por haber sido robado. Sanabria fue acribillado cuando se acercó al auto, recibió entre 8 y 10 disparos, quedó herido de gravedad pero sobrevivió y hoy se recupera de a poco en una sala general del Hospital de Emergencias Clemente Álvarez.
Minutos después del hecho fueron detenidas cuatro personas. Hugo G. y Lucas Javier R., de 17 y 16 años, al ser menores de edad quedaron a disposición de la Justicia de Menores y están alojados en el Centro Especializado de Responsabilidad Penal Juvenil (Cerpj), señalados como presuntos autores del ataque a Sanabria. Mariana Soledad M. y Brian Nahuel B., de 41 y 30 años, fueron imputados por la fiscal Gisella Paolicelli del delito de encubrimiento ya que estaban en la vivienda en la que fueron detenidos los menores.
Además de estos detenidos, en la investigación de Paolicelli había otro nombre como posible involucrado: el de Sebastián Antonio C., de 23 años, hijo de la mujer imputada y sospechado de haber participado del ataque a Sanabria. Este muchacho había sido detenido el 9 de junio en Cafulcurá al 1400 cuando iba en una moto e intentó evadir un control policial, fue alojado en la comisaría 10º pero quedó en libertad ese mismo día porque no estaba cometiendo ningún delito y no tenía pedido de captura.
Sin embargo, la fiscal Paolicelli volvió a pedir su detención el 26 de junio y el joven fue aprehendido este miércoles a la noche en un operativo de la Unidad Especial de Investigación del Crimen Organizado y la Tropa de Operaciones Especiales. Los agentes llegaron a una vivienda de Pedro León Gallo al 1600, en el barrio La Cerámica, entraron a la casa tras tirar abajo la puerta y trepar por los techos y dieron así con la persona buscada. Se estaba escondiendo en esa vivienda, ubicada en el otro extremo de la ciudad en relación a su domicilio legal de Ayacucho al 6300. En el operativo la policía secuestró dos pistolas semiautomáticas, una calibre 9 milímetros y otra 38, 80 municiones de ambos calibres, 200 mil pesos en efectivo, varios celulares y una moto con pedido de secuestro por robo desde el 12 de julio.
Además, entre el material que podría incriminar al detenido hay una serie de publicaciones en sus perfiles de redes sociales. En ellas se lo ve posando con distintas armas de fuego entre las que aparecen una pistola y una ametralladora de características similares a las secuestradas a los otros involucrados en la balacera contra Sanabria.
En ese marco, para la Fiscalía el joven también está sospechado de haber participado de un homicidio ocurrido dos días después del ataque al policía Sanabria, cuando la madrugada del sábado 29 de mayo fue asesinado a balazos Ángel Ocampo. El joven, que tenía 22 años y fue baleado en Tucumán y Dorrego, llevaba consigo una riñonera con algunas dosis de cocaína, aunque al momento no trascendió si era para consumo personal o para la venta al menudeo. Todo el cúmulo de posibles acusaciones, entre el ataque a Sanabria, el homicidio de Ocampo, la tenencia de armas y el robo de una moto, será expuesto en una audiencia imputativa que en principio se realizará el próximo lunes.
Tiros y captura
El ataque contra Sanabria ocurrió a las 2.30 del 27 de mayo pasado. El policía y su compañero, que patrullaban en moto, se encontraron en la zona de Arijón y San Martín con un Peugeot 206 ocupado por cinco personas. Tras una serie de movimientos que levantaron las sospechas de los agentes, transmitieron por radio los datos de la patente de vehículo y confirmaron que presentaba un pedido de captura por un robo el 24 de abril en la zona de Parque Regional Sur.
Tras una serie de señas para que el vehículo detuviera su marcha Sanabria lo alcanzó en Arijón al 400, pero al acercarse sus ocupantes comenzaron a disparar. El policía, que llevaba puesto su chaleco antibalas, recibió varios impactos y quedó tendido en el suelo mientras sus agresores se dieron a la fuga.
Después del ataque un operativo policial llegó al lugar donde se había abandonado el auto, en Ayacucho y Hungría. Entonces los agentes vieron a un joven que intentaba guarecerse entre los techos de las casas. Finalmente fue aprehendido en el interior de una vivienda junto a otras tres personas. Fueron identificados como Lucas Javier R., de 17 años, Emanuel Hugo G., de 16, Maríana Soledad M., de 41 y Brian Nahuel B. de 30. Además la policía secuestró una pistola ametralladora PAM 3 con un cargador con 17 proyectiles, un arma de fabricación casera con silenciador y dos pistolas calibre 9 milímetros.
Mejora y foto
Mientras se daban a conocer las novedades en relación a la detención de uno de los presuntos autores de los disparos contra Sanabria, los familiares del policía dieron a conocer la primera fotografía del joven desde que está internado en el Heca. Hace dos semanas que Sanabria salió de terapia intensiva y de a poco se recupera.
Uno de los hermanos del policía se tomó una selfie con el joven, a quien se lo ve sonriente aunque acostado en una cama del hospital. Sanabria logró recuperarse del estado de gravedad en el que quedó tras los balazos recibidos, los cuales le habían afectado varias arterias, los intestinos y una vertebra. Después de una operación de cinco horas y tras varios días en terapia intensiva, comenzó a mostrar mejorías hasta que fue derivado a una sala general.
Fuente Diario La Capital
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