Anoche realizaron un “tuitazo”. “Somos uno de los rubros mas afectados”, dicen.
El rubro de salones para eventos sociales está parado desde el fin de semana del 14 de marzo. Sin ingresos, hoy piden con urgencia una Ley de Emergencia que los salve de un posible cierre definitivo.
Desde julio, las cámaras de todo el país están reclamando créditos a tasa blanda o cero y alguna medida que los ayude a sobrellevare los gastos de estructura que los apremian.
Ivan Haureluk, de la cámara de eventos y afines de Rosario, dijo en diálogo con LT8 que ya entablaron “varias conversaciones con municipalidad y provincia, porque nuestro rubro es uno delos mas afectados y creemos que por unos meses mas no tendremos novedades”.
Haureluk estimó que la Ley de Emergencia Economía les permitiría acceder a “créditos blandos o subsidios para poder sostener las estructuras, que es el mayor problema hoy dia”. “Tenemos muchos gastos y tenemos que cumplir con contratos vigentes”, indicó.
El proyecto del diputado misionero Diego Sartori del Frente de la Concordia Misionero, implica un programa de asistencia crediticia para todo el sector. Uno de los puntos más relevantes es que establece una suspensión de las ejecuciones hasta el próximo 30 de diciembre para el caso de aquellas sociedades que hayan tomado deuda a finales de 2019 y principios de 2020 con el fin de actualizarse en su actividad.
En Rosario, buscando paliar la crisis producto de la pandemia, la municipalidad los autorizó en Julio a funcionar como bares o restaurantes. Sin embargo, el sector aclaró que “nuestras estructuras no están preparadas para funcionar como bar o restaurante, y en muchos casos están lejos de los polos gastronómicos”
“En un principio pensamos que era una adecuación del rubro; había un gris en el comunicado y pensamos que podíamos hacer eventos respetando un protocolo; pero no era asi”, se lamentó Haureluk.
Lo cierto es que, desde que se inicio la cuarentena obligatoria, suspendieron todos los eventos y por ahora no pueden siquiera darle certeza a sus clientes acerca de una reprogramación. “Cancelaciones hubo pocas y eso nos da oxigeno para seguir subsistiendo” se consuela el empresario.