La opinión es la del abogado penalista Paul Krupnik, no obstante la cual, se manifestó en desacuerdo con algunos matices del veredicto
Ayer se conoció uno de los veredictos judiciales más esperados de los últimos tiempos en Argentina: el del juicio a quienes asesinaron a Fernando Báez Sosa. 5 de los acusados recibieron prisión perpetua como condena, mientras que a los tres restantes se los sentenció a 15 años de prisión.
“La prisión perpetua implica, de acuerdo a como está regulada hoy en Argentina, 50 años presos. En cuanto a los 15 años, serán 15 años; no hay posibilidad de libertad condicional. Sí se contarán los tres años que cada uno lleva detenido”, explicó el abogado penalista rosarino Paul Krupnik, para quien, el fallo difundido ayer es “derecho”.
“En el derecho hay matices y nunca hay una lectura unívoca. Por eso, la calificación de homicidio agravado empleada por el jurado es tan válida como la que yo habría elegido, que es la de dolo eventual, porque no estoy de acuerdo con la definición de ‘premeditación'”, consideró el letrado. “La sociedad exigía perpetua; eso desluce el análisis estrictamente técnico y no hay dudas de que el clamor popular influyó”.
En la apelación ante la Cámara de Casación, “alguna de las condenas podrá modificarse a la baja”, estimó Krupnik. “La jueza dijo que la voluntad inicial del grupo no fue darle muerte (a Fernando), sino la de lesionarlo, y que cuando él queda indefenso, hubo una suerte de acuerdo tácito y la voluntad cambió y se encaminó a darle muerte. Pero para mí”, insistió, “todo se ajusta mucho más a dolo eventual”.
“El fallo puede gustar más o menos, pero poner sobre el derecho penal todo el peso de algo que excede el derecho es quedarse en lo más nimio de la cuestión. Esto nos interpela como sociedad desde un punto de vista mucho más profundo”.