Desolado, el padrastro del músico y artista callejero habló de Jimi y del sufrimiento y el desconcierto de la familia
El brutal asesinato del artista callejero y músico Lorenzo “Jimi” Altamirano tuvo, además de las manifestaciones públicas en el Centro de Justicia Penal (ayer) y el lugar en donde lo balearon, que es la puerta 6 del estadio de Newell’s (anteayer), declaraciones de los fiscales Edery y Schiappa Pietra, que investigan en la causa y que expresaron que el crimen tiene vinculación con la barra brava de Newell’s, aunque dejaron claro que Jimi nada tenía que ver con la misma.
“Estamos esperando justicia pero nunca llega”, expresó, escéptico, Daniel Gómez, padrastro de Jimi. “La madre está destrozada; cada día está peor. Uno no sabe para dónde disparar y no tenemos certezas de nada, pero no nos queda otra que seguir pidiendo justicia”.
“El pibe no era delincuente. Hacía música y malabares y siempre volvía a su casa… hasta que no volvió. Era excelente; no se metía con nada ni con nadie. No era hincha de fútbol y la única vez que fue a una cancha fue para ver a La Renga”, describió Daniel.
“No ´se qué decir, qué hacer, para dónde encarar. Soy un trabajador; vivo de mi trabajo, pero tengo miedo de salir a la calle, porque no sé si voy a volver, porque cada vez matan a más gente”, finalizó.