Un empresario del rubro quiere armarlo con objetos olvidados por los clientes. Desde una rueda de auxilio a un perro.
Juguetes sexuales, bijouterie, documentos de identidad, tarjetas de crédito, tangas, bombachas, boxer, calzoncillos, camperas, remeras, tres bicicletas y una rueda de auxilio, entre otras cosas, podrán encontrarse en el Museo del Sexo que está preparando el empresario motelero Oscar Pernigotti.
Tiene dos albergues transitorios desde hace 40 años, uno en Firmat (denominado JR) y otro en Melincué (Tabú), y obviamente una vida empresarial cargada de anécdotas, entre otras la historia de un perro extraviado por un cliente y que otro se encariño con el can y terminó llevándoselo a su casa después de “varios turnos”.
“Es una idea pero no es para crearlo ya, porque faltan los permisos correspondientes y demás”, dijo Pernigotti en diálogo con LT8.
“Hace 40 años, cuando yo ya tenia el motel Tabú, en Melincué, decidimos con un amigo hacer uno en Firmat”, relató. “Le dije en ese momento al arquitecto que la ciudad era de las que mas crecía en metros cuadrados; y era evidente que el motel quedaría en unos años fagocitado por el municipio, a pesar de que se encontraba retirado y en zona rural”.
“En ese momento, pensé que la idea a futuro era hacer un museo de objetos olvidados dentro de los moteles”, recordó. “Diversos factores hicieron que el negocio caiga en desgracia y solo quedamos los “pata de bolsa” en funcionamiento”, dijo risueño. Así, decidieron convertir ese motel en un hotel residencial, para viajantes y gente de paso.
“La gente se olvida en el motel de todo” indicó el empresario; “desde prendas íntimas, hasta un hombre que se olvidó un perro”, dijo riendo. Dentro del museo que tiene planeado, también habrá lugar para bicicletas y hasta una rueda de auxilio de un auto
“Tenemos muchos documentos, tarjetas de crédito, aritos, bombachas, calzoncillos o consoladores. Todo lo que te puedas imaginar. Todos estos hallazgos están troquelados y con fecha para que en algún momento sean exhibidos en el museo”, dijo Pernigotti.