El Secretario de Salud rosarino avaló las últimas restricciones impuestas y abogó por que se dejen de lado posturas antagónicas
Está planteándose la chance de adaptación a un “ir y venir” entre toma de medidas restrictivas y consecuentes flexibilizaciones. Consultado que fue el Secretario de Salud de Rosario, el doctor Leonardo Caruana, el mismo recordó: “Cuando meses atrás decíamos que la pandemia es una enfermedad que desafía el modo en que nos organizamos, es porque sabíamos que no había un final previsible. No era conveniente hablar de procesos, porque la habitualidad está conformada por las idas y venidas”.
Leonardo cuestionó otra vez el comportamiento de la gente en general: “Si los indicadores sanitarios no pueden acompañarse con el comportamiento social es necesario volver a una etapa de mayores restricciones, que tiene que darse por períodos, para permitir volver a etapas anteriores, que tuvieron tasa de letalidad baja y en las cuales se retomaron actividades. El viernes pasado, cuando junto a (Ministro de Salud de la NAción) González García analizamos esos indicadores en la ciudad y la región (la tasa de ocupación de camas críticas, el lapso de duplicación de casos positivos), vimos que se hacían necesarias medidas de restricción transitoras, para volver a etapas de mayor flexibilización”.
Dado que especialistas anticiparon que la pandemia va a agravarse en el país, es menester conocer cómo está Rosario. ” Tenemos indicadores con complejidad: número de contagios, periodo de duplicación, búsqueda de casos, internación de adultos mayores, seguimiento de casos… Estamos en un país donde la evolución es en general desfavorable y lo es también alrededor de Rosario” consintió el médico, a la vez que recalcó que “es muy importante retomar la no naturalización de los fenómenos de saturación de sistemas que se vieron en su momento en Europa, con esas imágenes de hospitales de campaña tan comunes en otros tiempos. Hay que valorar cómo llegamos hasta acá y profundizar con aislamiento más estricto, ya que la menor circulación de personas hace que, por ejemplo, baje la siniestralidad vial y eso nos permite aumentar la oferta de camas”.
El fallecimiento de otro médico de nuestra provincia – el segundo – movió la funcionario municipal a contemplar lo siguiente: “Hay que mirar este proceso desde su inicio: empezamos con miedo y dificultades para conseguir los elementos necesarios. Todo fue mejorando porque aumentó el conocimiento de la enfermedad y la chance de acceso a elementos de cuidado. Pero nadie sabe lo que significa el nivel de tensión y de agotamiento de nuestro personal. Cuanto más atendamos las necesidades de estos trabajadores más comprenderemos su situación”.
Cuando enfatiza desde algunos lugares políticos se está enfatizando que hay que empezar a convivir más libremente con este escenario, Caruana acepta que “tras 160 días de aprender y ver lo que ha pasado en Europa, eso es una posibilidad y es parte del escenario que se está valorando en el campo de la infectología y el sanitarismo, porque no hay respuestas únicas; esas respuestas siempre están caracterizadas por el contexto. Cuanto más nos cuidemos en la etapa de restricción, menos tiempo durará la misma. Esto requiere consensos; no, posiciones antagónicas. Nadie se salva solo en este escenario: lo económico y el derecho a la salud se compatibilizan así”, concluyó.