El concepto comparativo pertenece a Roberto Sukerman, al analizar los números de desempleo en Gran Rosario publicados ayer por INDEC
El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) publicó ayer un índice alarmante de desempleo en el Gran Rosario: 17,9 por ciento; valor mayor, incluso, que el de Santa Fe Capital, em contraposición con las marcas históricas de ambos lugares.
Naturalmente, esto no pasó desapercibido para el Ministro de Trabajo Roberto Sukerman, quien confesó: “Cuando recibí la encuesta de Hogares Permanentes de INDEC, pensé que estaba equiivocada. Los números corresponden al segundo trimestre del año, la parte más cruda de la actividad económica durante la pandemia, y son preocupantes porque marcan el parate total que tuvimos”
Sukerman reconoció que en su cartera se trata de “corroborar que los índices estén correctos. Entramos a la pandemia como una persona se contagia de Covid: con recesión, inflación, deuda externa que recién empieza a resolverse, tasas impagables. El desempleo caía por goteo pero ahora se disparó, pese a las medidas de prohibición de despidos y la Ayuda al Trabajo y la Producción (ATP) que ayudó a muchos comercios a no cerrar y que ayudó a más de 20 mil empresas y a 390 mil trabajadores”.
“Aspiramos a que esto haya sido el máximo de la caída”, señaló el ministro, mas no dejó de marcar que “volvimos a caer en el ámbito de la construcción, que estaba recuperándose aún con escasez de materiales y hay sectores casi o totalmente paralizados y en esos rubros los números no van a mejorar”.
El doctor Sukerman contempló con cierta esperanza que “en el Gran Rosario la actividad industrial y de puertos es muy importante y funcionó a pleno, con 20 mil camiones por día desde Timbúes hasta General Lagos. En ese sentido se genera una expansión economica que nos permite aspirar a tener una mejora”.
El funcionario provincial contempló las posibles flexibilizaciones que podrían dictarse desde mañana. “Miramos los números de salud y vemos cómo aumentan los contagios y la ocupación de camas mientras contemplamos el problema economico y social, y nos encantaría vovler a tener una actividad economica a pleno, pero se dificulta. La decisión se tomará de acuerdo a los números de cada lugar de la provincia, mirando cómo hacemos para abrir con protocolos nuevos. La gastronompia no va a poder funcionar como antes, sino que ahora tendrá que hacerlo ocupando espacios al aire libre, aprovechando el clima, y no con mesas adentro. La idea es usar veredas, parques, todo lo que se pueda hacia afuera; acostumbrarse a funcionar con menor capacidad. En estas horas de definición tenemos que evaluar si lo que se hizo sirvió”.