Ambas se encuentran, una junto a otra, en Paraguay al 1200. Destacan la presencia de un patrullero frente a las mismas y el establecimiento de un corredor seguro
En Paraguay al 1200, el panorama de cada día hábil por las mañanas volvió a ser el de siempre: las escuelas Leónidas Gambartes y Mariano Moreno, que funcionan en edificios linderos y que, por amenazas, no dictaron clases desde el 22 de mayo, volvieron a recibir a sus alumnos.
Gabriela Andrada, directora de la escuela Gambartes, aseguró estar “más tranquila” después de que el domingo 21 de mayo, por la noche, recibió en su celular particular las amenazas que derivaron en la suspensión de las clases. “Esperando que todo se normalice. Trabajamos mucho, el lunes con los docentes y el martes con más de 150 padres, intentando buscar la solución a esto que nos excede, porque no es problema de la escuela. Tratamos que todo sea los más seguro posible”.
La directora había dispuesto un protocolo de ingreso para que los alumnos que no se cumplió: “Propusimos que los chicos entraran a las 8 todos juntos, con un patrullero en la puerta de las escuelas y con un corredor seguro controlado por personal de tránsito, pero a las 7:30 los chicos ya estaban dentro de la escuela”, explicó Gabriela, quien reconoció que en su casa tiene custodia policial.
Los allanamientos que se llevaron a cabo ayer no dejaron tranquila a la directora. “Escuché que el celular desde donde se realizó la amenaza lo tiene un alumno de la Gambartes. La información fue muy confusa y preocupó mucho a nuestra comunidad”.
